El Parador de Golobar, situado en la Montaña Palentina, es un testigo de los grandes sueños del siglo XX para revitalizar el turismo rural. Impulsado en los años 60 por el Gobierno de España, la construcción se paralizó en la década de los 70 debido a problemas climáticos, financieros y logísticos. Aunque nunca se completó, sus ruinas siguen siendo un atractivo turístico para aventureros y amantes de la naturaleza que visitan la región. El Parador de Golobar evoca los sueños inconclusos de una época y se ha convertido en un símbolo de la belleza y el misterio de la Montaña Palentina.