En el tranquilo rincón de Brañosera, conocido como La Arcadia, David Díez ha adoptado una filosofía que, aunque no es originalmente suya, ha resonado profundamente en su vida: «He decidido hacer lo que me gusta porque es bueno para la salud».

Esta frase, atribuida al célebre filósofo y escritor Voltaire, encapsula una sabiduría atemporal que David ha llevado al corazón de La Arcadia.

Inspirado por las palabras de Voltaire, David Díez ha creado en La Arcadia un espacio donde esta filosofía cobra vida. No es solo un lugar, sino un refugio donde las personas pueden reconectarse con sus pasiones y descubrir el verdadero significado del bienestar.

Voltaire: Un Pionero del Bienestar

Voltaire, con su aguda observación y perspicacia, reconoció hace siglos la importancia de seguir nuestras pasiones para el bienestar general.

En una época donde la vida estaba llena de rigideces y estructuras, Voltaire defendió la idea de que la verdadera salud no solo reside en el cuerpo, sino también en el espíritu. Hacer lo que amamos, según él, es una forma de medicina para el alma.

La Arcadia de Brañosera: La Visión de David Díez

Inspirado por las palabras de Voltaire, David Díez ha creado en La Arcadia un espacio donde esta filosofía cobra vida. No es solo un lugar, sino un refugio donde las personas pueden reconectarse con sus pasiones y descubrir el verdadero significado del bienestar.

A través de su visión, La Arcadia se ha convertido en un testimonio viviente de que es posible vivir según las enseñanzas de grandes pensadores como Voltaire.

David Díez: Un Embajador Moderno de Voltaire

Aunque la frase no es originalmente de David, su elección de vivir según ella y aplicarla en La Arcadia demuestra una profunda comprensión de su significado.

David no solo ha adoptado esta filosofía en su vida personal, sino que ha creado un espacio donde otros pueden experimentarla y beneficiarse de ella. Es un recordatorio de que, aunque las palabras de Voltaire sean antiguas, su relevancia es eterna.

La elección de David Díez de adoptar y vivir según una frase de Voltaire en La Arcadia de Brañosera es un testimonio de la atemporalidad de la sabiduría.

Nos recuerda que, independientemente de la época o el lugar, hay verdades universales que, cuando se aplican, pueden transformar nuestras vidas y los espacios que habitamos.