El Párroco Ciriaco del Río

El Legado de Ciriaco del Río: La Epopoya del Carbón Palentino

El Párroco Ciriaco del Río

Un descubrimiento casual que encendió la revolución industrial en la Montaña Palentina y forjó el destino de generaciones.

El Hallazgo

Esta sección narra el momento fundacional de la minería en la región. Un simple tropiezo se convirtió en el catalizador de un cambio económico y social sin precedentes, demostrando cómo la curiosidad y el conocimiento pueden transformar la historia.

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1838: Las «Piedras Negras»

De regreso del mercado, el párroco de Salcedillo, **Ciriaco del Río**, tropezó con unas extrañas piedras negras en el paraje de Casablanca. Recordando haber leído en el periódico «El Castellano» que ardían y producían calor, comprendió su verdadero valor. Ese momento fortuito fue el punto de partida de toda la cuenca minera palentina.

El Auge de la Industria

Explore los primeros y difíciles pasos de la industria. La línea de tiempo interactiva a continuación destaca los hitos clave, desde las primeras inversiones hasta la llegada del ferrocarril, el factor que finalmente desbloqueó el potencial del carbón palentino y lo conectó con el resto de España.

1843: La Primera Sociedad

Se funda la «Sociedad Esperanza de Reinosa» por capitalistas de esa ciudad para formalizar la explotación de los yacimientos, incluyendo la emblemática mina «Antonina».

1856: Llega el Crédito Mobiliario

La Sociedad de Crédito Mobiliario Español adquiere los depósitos de Barruelo y obtiene la concesión del ferrocarril, un paso crucial para el transporte del carbón.

1864: El Ferrocarril lo Cambia Todo

Se inaugura el ramal ferroviario Quintanilla-Barruelo. Por primera vez, el carbón de la Montaña Palentina tiene una vía de salida eficiente hacia los mercados nacionales, marcando el verdadero inicio del auge.

Una Era de Innovación

La supervivencia y el éxito de la minería no solo dependían del carbón, sino del ingenio. Esta sección presenta las innovaciones clave introducidas por visionarios como Mariano Zuaznávar, que modernizaron la explotación y superaron enormes desafíos técnicos, dejando una huella única en la ingeniería minera española.

Uso de Dinamita

La introducción de la dinamita por Mariano Zuaznávar a partir de 1879 revolucionó los métodos de extracción, permitiendo un trabajo más rápido y eficiente en la dura roca de la montaña.

Hornos y Coquización

La instalación de hornos Smits para la coquización del carbón permitió obtener un producto de mayor calidad y poder calorífico, abriendo nuevos mercados para la industria siderúrgica.

Canal Subterráneo de Orbó

Una obra de ingeniería única en España. Este canal subterráneo facilitaba el drenaje de las galerías y el transporte del carbón, demostrando un nivel de sofisticación técnica sin precedentes.

La Transformación Social

El carbón no solo transformó el paisaje, sino también la demografía. El gráfico siguiente ilustra el explosivo crecimiento poblacional, mientras que las tarjetas destacan cómo surgieron de la nada pueblos enteros como Vallejo de Orbó, dotados de servicios pioneros para la época bajo un modelo de paternalismo industrial.

El gráfico ilustra el crecimiento demográfico representativo en un pueblo minero tras el auge de la industria.

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Hospital y Farmacia

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Escuelas

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Primer Cine de Palencia

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Alumbrado Público

Desafíos y Declive

Ningún auge es eterno. La industria enfrentó enormes desafíos, desde inundaciones y gases tóxicos hasta una competencia feroz. El gráfico de producción muestra visualmente el ciclo de vida de la industria, culminando en la crisis de 1967 que llevó al cierre progresivo de un motor económico que había funcionado durante más de un siglo.

El gráfico muestra una curva representativa de la producción de carbón, desde su auge hasta su declive final.

El Legado de Ciriaco del Río

Una visualización interactiva de la historia de la minería palentina.

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Ciriaco del Río, párroco de Salcedillo (Montaña Palentina) – Siglo XIX

Trayectoria eclesiástica y biografía

Don Ciriaco del Río fue un sacerdote católico del siglo XIX, conocido por ser párroco de Salcedillo, un pequeño pueblo de la Montaña Palentina (actual pedanía de Brañosera, Palencia). No se han encontrado referencias precisas sobre su fecha y lugar de nacimiento en las fuentes consultadas, pero debió nacer a comienzos del siglo XIX. Se formó en estudios eclesiásticos (muy probablemente en el seminario de Palencia u otra institución de la época) y fue ordenado sacerdote antes de la década de 1830. Hacia 1838 ya ejercía como cura párroco de la iglesia de San Martín Obispo de Salcedillo, atendiendo espiritualmente a esta pequeña comunidad rural de montaña.

En Salcedillo, Ciriaco del Río era apreciado como figura local por su labor pastoral. La parroquia de Salcedillo, aunque modesta (el pueblo apenas contaba con unas pocas decenas de habitantes a mediados del siglo XIX), tuvo en él a un cura dedicado. Su vida transcurría en las actividades típicas de un sacerdote rural: oficiaba misa, administraba sacramentos y acompañaba a sus feligreses en el día a día. Sin embargo, el destino le deparó un papel histórico más allá de lo común en su ministerio: descubrir el carbón en la comarca, hecho que cambiaría para siempre la historia económica y social de la zona.

Las fuentes históricas no detallan datos sobre posibles traslados a otras parroquias ni la fecha exacta de su fallecimiento. Se sabe, por el testimonio recogido años después, que Ciriaco del Río aún vivía en 1881 (descrito ya como anciano) y relató de primera mano la historia de su descubrimiento del carbón . Probablemente falleció a finales del siglo XIX tras una larga vida dedicada al sacerdocio, siendo recordado en la Montaña Palentina principalmente por el legado de su hallazgo minero.

El descubrimiento del carbón en 1838

El acontecimiento que marcó la vida de Ciriaco del Río y la historia de la Montaña Palentina ocurrió una tarde de 1838. Según recogen las crónicas locales, aquel día Don Ciriaco regresaba a Salcedillo desde Aguilar de Campoo (adonde solía acudir al mercado). Al pasar por el paraje de “Casablanca”, entre los pueblos de Orbó y Barruelo de Santullán, notó en el suelo unos fragmentos de piedra negra y lustrosa que llamaron su atención   . Recordó entonces haber leído pocos días antes un artículo descriptivo en el periódico madrileño El Castellano sobre el “carbón de piedra” (carbón mineral) y su explotación  . Intrigado, recogió varias muestras de aquellas piedras negras y, de vuelta a casa, comprobó empíricamente su naturaleza: al prenderlas, vio que ardían y desprendían calor, confirmando que se trataba efectivamente de carbón fósil   .

Animado por este hallazgo, Ciriaco buscó asesoramiento. En días posteriores volvió al lugar del descubrimiento para constatar que había una buena cantidad del mineral en el afloramiento superficial, lo que confirmaba el potencial del yacimiento . Con muestras en mano y convencido de la importancia del descubrimiento, decidió acudir a Reinosa (Cantabria) en busca de personas entendidas en minería que le ayudasen a explotar aquel recurso. En Reinosa contactó con los hermanos Collantes, unos emprendedores locales que ya tenían experiencia en la extracción de lignito (poseían una pequeña mina en Las Rozas, Cantabria)   .

Don Ciriaco relató a los Collantes su hallazgo de “piedras negras” en los montes palentinos y juntos evaluaron su importancia. Gracias a este encuentro, se gestaron las primeras iniciativas para explotar el carbón de la zona. En palabras de Ricardo Becerro de Bengoa –quien investigó estos hechos en 1881–, Ciriaco “se encaminó a Reinosa, a casa de los hermanos Collantes, para acordar el inicio de la sociedad” . Es decir, el cura descubrió el carbón y buscó capitales e iniciativas privadas para poner en marcha su explotación. Este hecho, aparentemente fortuito, cambió radicalmente la historia de Barruelo de Santullán y de toda la comarca, ya que marcó el nacimiento de la cuenca minera palentina. Un historiador local describe que aquel descubrimiento “transformó una aldea de 37 habitantes en lo que llegó a ser el mayor pueblo de la provincia de Palencia, al convertir a Barruelo en el pueblo pionero de la minería palentina”

Primeras gestiones mineras: Sociedad Esperanza de Reinosa y hermanos Collantes (1838-1845)

Tras identificar la importancia del yacimiento, Ciriaco del Río se involucró junto con otros socios en las gestiones para registrarlo y explotarlo legalmente. Con el apoyo de varios inversores y notables de la comarca, se impulsó la creación de una compañía minera. En Reinosa se formó hacia 1840-1843 la Sociedad “Esperanza de Reinosa”, una de las primeras empresas mineras de la zona, en la cual el propio Don Ciriaco participó como accionista (se documenta que poseyó cuatro acciones) . Esta sociedad reunía a capitalistas cántabros y palentinos interesados en explotar el carbón recientemente descubierto.

Paralelamente, los hermanos Collantes –que habían asesorado inicialmente a Ciriaco– organizaron su propia compañía para explotar otros filones de la zona de Barruelo. La Compañía Hermanos Collantes quedó constituida con este fin a mediados de la década de 1840  . Los Collantes, junto con el empresario José García de los Ríos (activo en la vecina Orbó), serían reconocidos posteriormente como los “infatigables patricios” que sentaron las bases de los negocios mineros de Barruelo y Orbó respectivamente .

En estos primeros años hubo dos focos de actividad minera incipiente en la cuenca del río Rubagón: Orbó (donde operaba la Sociedad Esperanza de Reinosa) y Barruelo de Santullán (donde operaba Collantes Hnos. y asociados). No obstante, antes de comenzar la explotación a gran escala, era necesario obtener las concesiones mineras oficiales conforme a la legislación vigente (la Ley de Minas de 1825). Ciriaco del Río jugó también un papel importante en esos trámites iniciales, como se detalla a continuación.

El memorial del 21 de junio de 1842 y la concesión “Los Abiércoles”

Para legalizar el hallazgo y obtener derechos de explotación, Ciriaco del Río y sus colaboradores redactaron un memorial dirigido a las autoridad  El documento se fechó el 21 de junio de 1842 y estaba dirigido al Jefe Superior Político de la provincia de Palencia (figura equivalente al gobernador civil de la época). En él, los peticionarios declaraban haber descubierto “en el sitio denominado Los Abiércoles (…) una mina de carbón de piedra, que en adelante tomará dicho nombre de Abiércoles”, y manifestaban su intención de explotarla conforme a la ley, solicitando formalmente el “registro” del yacimiento .

Este memorial fue firmado por un grupo de seis solicitantes que representaban los intereses de la proto-sociedad minera: Francisco María Varona Alpanseque, Pedro Ruiz, Timoteo Ruiz (los dos Ruiz, comerciantes de Reinosa), Juan Lantarón (médico de Arroyo), Hermenegildo Sáinz (cura párroco de Cervatos) y el propio Ciriaco del Río (cura de Salcedillo) . Todos ellos unieron fuerzas en esta solicitud, reflejando la alianza entre inversores laicos (comerciantes, profesionales) y clero local para impulsar el proyecto minero.

La mina identificada en el documento tomó el nombre de “Los Abiércoles”, en referencia al paraje concreto del hallazgo. Tras la elevación del memorial, la administración respondió positivamente: el 6 de julio de 1842 se admitió el registro solicitado, ordenando las publicaciones oficiales y edictos (por ejemplo, se fijó un cartel anunciador en el pueblo de Cillamayor y se publicó noticia en el Boletín de la Provincia)  . Cumplidos los plazos legales sin oposiciones, los solicitantes procedieron a realizar las labores de exploración exigidas (habilitar un pequeño pozo o galería de prueba en un plazo de 90 días) .

A finales de 1842, habiendo verificado la existencia de un rico criadero de carbón (“de las mejores y más abundantes de su clase, (…) muchísima porción que se descubre […] sin más que mover la primera capa de tierra”, según consta en acta) , se llevó a cabo el reconocimiento oficial del yacimiento y la delineación de la concesión con la presencia de un ingeniero comisionado y autoridades local  El día 16 de octubre de 1842 se realizó el acto formal de toma de posesión de la mina Los Abiércoles en favor de los solicitantes, asentando estacas y mojones, y entregando a los interesados la tenencia legal del terreno  . Posteriormente, en marzo de 1843, la Dirección General de Minas aprobó el expediente y ordenó archivar el testimonio de posesión, que sirvió de título de propiedad de la concesión  . De este modo, Los Abiércoles se convirtió en una de las primeras concesiones mineras oficiales de la cuenca palentina (situada en el área de Orbó).

Cabe destacar que el expediente original de esta concesión (Archivo de la Hullera Vasco-Leonesa, signatura 5091/10227) se conserva como valioso documento histórico . En él figura el memorial de 1842 y toda la tramitación descrita. Este proceso pionero, liderado en parte por Ciriaco del Río, muestra el temprano cumplimiento de la normativa minera española de la época para iniciar la explotación del carbón en la Montaña Palentina.

Desarrollo de la cuenca minera del Rubagón tras el hallazgo

El descubrimiento de Don Ciriaco del Río desató el desarrollo industrial de la cuenca del Rubagón, cambiando el modo de vida de la comarca en las décadas siguient  Barruelo de Santullán, cercano a Salcedillo, pasó de ser un diminuto caserío de 37 habitantes en 1838 a convertirse, en pocos decenios, en un enorme pueblo minero con miles de habitantes . De hecho, entre 1838 y finales del siglo XIX Barruelo llegó a ser el núcleo más poblado de la provincia de Palencia, superando incluso a la capital provincial en ciertos momentos. En cifras, en unos 40 años Barruelo creció de 37 habitantes a alrededor de 3.255 habitantes hacia finales del siglo XIXcimbarruelo.blogspot.com, un crecimiento demográfico excepcional directamente vinculado a la explotación del carbón.

Tras la concesión de Los Abiércoles en 1843 (Orbó) y la obtención de la primera concesión en Barruelo en 1844 por parte de los Hnos. Collantescimbarruelo.blogspot.com, la actividad minera fue consolidándose. Desde 1845, la Compañía Hermanos Collantes explotó la mina Dolores y abrió los primeros pozos en Barruelo (como el Bárbara y El Porvenir), al tiempo que extendía trabajos a otras localidades cercanas como Orbó y Cillamayor . Don Ciriaco, aunque continuó con su labor parroquial, fue testigo de cómo sus montes comenzaban a horadarse y a bullir con la llegada de cuadrillas de mineros y técnicos.

En 1856, la empresa Collantes y sus socios decidieron vender gran parte de sus explotaciones al Crédito Mobiliario Español, un poderoso consorcio financiero con participación francesa . Este hecho supuso un fuerte impulso: entró capital para modernizar las minas y acometer infraestructuras de transporte. Dado que en los primeros tiempos el carbón de Barruelo-Orbó debía llevarse en carretas de bueyes hasta Alar del Rey y de allí por el Canal de Castilla hasta Valladolid (para luego distribuirse a otros destinos)  , el coste del transporte encarecía mucho el producto. Por ello, el Crédito Mobiliario emprendió la construcción de un ferrocarril minero: en 1864 se inauguró un ramal ferroviario de unos 13 km que unió las minas de Barruelo/Orbó con la estación de Quintanilla de las Torres, enlazando allí con la línea general Alar del Rey–Reinosa (ferrocarril del Norte) . Gracias a este tren carbonero, el carbón palentino pudo competir mejor (reduciendo costes frente al carbón inglés o asturiano) y la producción se multiplicó, alcanzando unas 53.740 toneladas en 1865  . Hacia finales del siglo XIX, Palencia se convirtió en la segunda provincia productora de carbón de España (solo por detrás de Asturias)  .

El impacto económico y social fue enorme. La cuenca del Rubagón (Barruelo, Orbó y valles adyacentes) se transformó de una economía ganadera y agrícola de subsistencia a un enclave industrial. Se crearon cientos de empleos mineros, atrayendo población de otras region  Por ejemplo, en el vecino municipio de Brañosera (al que pertenece Salcedillo), surgió la colonia de Minas de Orbó –actual Vallejo de Orbó– para alojar a los trabajadores y sus familias  . Esa colonia llegó a tener modernas instalaciones para la época, incluyendo desde 1863 una fábrica de aglomerados (briquetas de carbón) y desde 1885 un canal subterráneo de casi 1.8 km dentro de la mina de Orbó, obra de ingeniería pionera en España  . Todo este proceso de industrialización fue, en última instancia, desencadenado por la fortuita tropezón con el carbón que dio el párroco Ciriaco del Río en 1838.

En el plano social, el rápido crecimiento trajo consigo retos: hacinamiento y malas condiciones de vida hasta que las empresas implementaron cierto paternalismo industrial (viviendas obreras, economatos, hospitalillo, escuelas) para atender a la masa obrera  . También hubo costos humanos: accidentes mineros, enfermedades pulmonares como la silicosis y duras condiciones laborales marcaron a fuego a varias generaciones de mineros palentinos. No obstante, la riqueza del carbón impulsó la prosperidad local durante más de un siglo. Barruelo alcanzó su techo de población en 1930 con cerca de 8.700 habitantes empadronadoscimbarruelo.blogspot.com, y toda la comarca del alto Rubagón vivió de, por y para la minería hasta bien entrado el siglo XX.

Para Ciriaco del Río, ver todo ese desarrollo debió ser impresionante. Su papel fue el de catalizador inicial: descubrió el recurso y motivó a otros a explotarlo. No consta que ocupara cargos directivos en las compañías (su rol principal siguió siendo eclesiástico), pero su iniciativa fue siempre reconocida en la historiografía local. De hecho, Ricardo Becerro de Bengoa en su monografía de 1881 sobre Barruelo destacó que la historiografía atribuye el descubrimiento al “párroco de Salcedillo, Ciriaco del Río” y que esta tesis es unánimemente aceptada.

Legado, fuentes primarias y homenajes

El legado de Ciriaco del Río perdura en la Montaña Palentina como el del “cura descubridor del carbón”. Su hallazgo se considera el punto de partida de la minería palentina. Fuentes primarias importantes atestiguan su contribución: por un lado, el mencionado expediente original de la concesión Los Abiércoles (1842-1843), que se conserva en el Archivo Histórico de la Hullera Vasco-Leonesa en La Robla , contiene el memorial firmado por él y es un documento histórico clave. Asimismo, el relato recogido por Becerro de Bengoa en Una escuela práctica de minería: Barruelo de Santullán (1881) se basa en el testimonio directo del propio Ciriaco, constituyendo prácticamente una fuente oral convertida en crónica escrita  . Los archivos eclesiásticos (por ejemplo, los libros parroquiales de Salcedillo o las actas diocesanas de Palencia) seguramente incluyen referencias a su nombramiento y fallecimiento, aunque esos detalles no han trascendido en publicaciones conocidas.

En cuanto a homenajes actuales, no existe constancia de monumentos específicos dedicados a Ciriaco del Río en la zona. Sin embargo, su nombre y hazaña figuran en la memoria colectiva local. En Barruelo de Santullán, el Museo y Centro de Interpretación de la Minería dedica parte de su narración histórica a la escena de 1838 y al papel del “cura de Salcedillo” en el origen de todo . Del mismo modo, publicaciones locales (por ejemplo, el Diario Palentino y blogs de historia regional) rememoran con frecuencia la anécdota de su descubrimiento al hablar del pasado minero de la comarca  . En 2008, al cumplirse 170 años del hallazgo, se rememoró el acontecimiento en medios locales, reiterando la crónica según la cual “el joven cura párroco de Salcedillo tropezó con unas piedras negras que resultaron ser carbón”.

Así, más que con estatuas, Don Ciriaco del Río ha sido honrado mediante la preservación de la historia oral y escrita de la cuenca minera. Su figura simboliza cómo un hecho fortuito, protagonizado por un humilde sacerdote rural, pudo detonar una transformación industrial de enorme impacto. Cada vez que se cuenta la historia de las minas de Barruelo y Orbó, su nombre ocupa un lugar destacado como el pionero descubridor. Su legado es, por tanto, doble: por un lado, el desarrollo económico-social que desencadenó, y por otro, el ejemplo de iniciativa y curiosidad intelectual (recordemos que reconoció el valor del carbón gracias a sus lecturas previas) que dejó como enseñanza.

Cronología de eventos clave

FechaEvento
~1810?Nacimiento de Ciriaco del Río (fecha y lugar precisos no documentados; probable década de 1800).
Antes de 1838Formación en el seminario y ordenación sacerdotal. Nombramiento como cura párroco de Salcedillo (Montaña Palentina).
Tarde de 1838Descubrimiento fortuito del carbón entre Orbó y Barruelo: Ciriaco del Río encuentra “piedras negras lustrosas” al volver de Aguilar de Campoo y comprueba que arden como carbón  .
1838-1840Ciriaco consulta a los hermanos Collantes en Reinosa (Cantabria) sobre el hallazgo, iniciando contactos para explotar el yacimiento  .
1841-1843Se conforma la Sociedad Esperanza de Reinosa con inversores cántabro-palentinos (incluyendo a Ciriaco) para explotar carbón en Orbó .
21 de junio 1842Memorial al Jefe Político de Palencia firmado por Francisco Mª Varona, Ciriaco del Río y otros, solicitando registro de la mina “Los Abiércoles” tras descubrir carbón en ese sitio .
6 de julio 1842Autoridades admiten la solicitud de registro; se publican edictos y se inicia el expediente concesional .
Octubre 1842Se realiza la diligencia de reconocimiento del yacimiento Abiércoles con ingeniero y escribano; Ciriaco del Río y socios reciben la posesión formal de la mina  .
1 marzo 1843Aprobación final de la concesión Abiércoles por la Dirección de Minas; se expide testimonio como título de propiedad .
Finales 1843La Sociedad Esperanza de Reinosa obtiene las primeras concesiones mineras en Orbócimbarruelo.blogspot.com.
1844Los Hermanos Collantes obtienen la primera concesión en Barruelo de Santullán para explotar carbóncimbarruelo.blogspot.com.
1845Comienzo de la explotación a mayor escala: Collantes Hnos. trabajan en minas de Barruelo (pozos Dolores, Bárbara, Porvenir) y en Orbó .
1856La Compañía Hnos. Collantes vende sus minas al Crédito Mobiliario Español (empresa con capital francés), que impulsa grandes inversiones en la cuenca .
1864Entra en servicio el ferrocarril carbonero Quintanilla de las Torres–Barruelo/Orbó, conectado al tren Alar–Reinosa; se abarata el transporte del carbón .
1860-1880Apogeo de la cuenca hullera palentina: fuerte aumento de producción (Palencia llega a ser la 2ª provincia productora de España)  ; crecimiento masivo de población obrera (Barruelo supera los 3.000 hab. en 40 años)cimbarruelo.blogspot.com.
1881Ricardo Becerro de Bengoa publica “Una escuela práctica de minería: Barruelo de Santullán”. Entrevista al ya anciano Ciriaco del Río, quien relata de primera voz el descubrimiento de 1838 .
¿1880s?Fallecimiento de Don Ciriaco del Río (no se ha encontrado la fecha exacta; posiblemente en la década de 1880, tras más de 40 años como párroco de Salcedillo).
1930Barruelo de Santullán alcanza su máximo poblacional (~8.700 habitantes), reflejo tardío del proceso iniciado por el hallazgo de 1838cimbarruelo.blogspot.com. (Ciriaco del Río es recordado póstumamente como el “padre” de la cuenca minera).

Fuentes consultadas: Archivos del Archivo Histórico Hullera Vasco-Leonesa (expediente “Abiércoles” 1842-43); Ricardo Becerro de Bengoa (1881), Una escuela práctica de minería: Barruelo de Santullán; Archivo Diocesano de Palencia (parroquia de Salcedillo); Ayuntamiento de Barruelo de Santullán (historia local)  ; Museo Minero de Barruelo (centro de interpretación) ; Blog Brañosera (Hist. de Brañosera)  ; Blog CIM Barruelo (historia de las empresas mineras)cimbarruelo.blogspot.comcimbarruelo.blogspot.com; Diario Palentino (artículos de Froilán de Lózar, Rubén Abad)  ; Estudios de J. A. González Pedraza sobre concesiones mineras (Doc. e Instrum., 2007) . Todas las referencias se indican en el texto con el formato 【n†Ln-Lm】 correspondiente.

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